
En las sierras de Minas se esconde un apacible balneario que no está a la vista de la ruta, Villa Serrana, considerada el Cabo Polonio de las sierras. Si querés disfrutar de un fin de semana de desconexión, una excelente opción de hospedaje es el Mesón de las Cañas, donde solo tendrás que relajarte y disfrutar.
Esta posada de campo se ubica justo debajo del emblemático Ventorrillo de la Buena Vista, construido originalmente por el arquitecto Julio Vilamajó, quien también fue el planificador urbanístico del balneario. El Cerro Guazubirá es de fácil ascenso partiendo desde la posada, en una travesía que incluye atravesar un pequeño arroyo. Desde la cima, se obtiene la mejor vista de Villa Serrana.
El edificio del Mesón de las Cañas fue construido siguiendo las pautas de Vilamajó, que pretendía para Villa Serrana una arquitectura que se mezclara con el entorno. En la posada se ve mucha madera, piedra y cañas, todos elementos que se consiguen en la naturaleza del lugar, y su estilo de palos cruzados recuerda al del Ventorrillo.
Servicios del Mesón de las Cañas

En el salón principal de la posada, cada mañana se sirve un desayuno campestre. También está disponible una computadora para los huéspedes, junto con conexión wifi. Además, un acogedor salón con cómodos sillones, estufa a leña y televisión por cable brinda un espacio ideal para el descanso.
Las habitaciones son todas dobles, pero existe la posibilidad de añadir hasta dos camas extras, por un costo de 500 pesos adicionales por cada una. Su decoración es simple, con muebles y ropa de cama blancos, contrastando con el vibrante verde del paisaje que se enmarca en la ventana. Cada habitación cuenta con baño privado y amenities de cortesía, incluyendo toallas grandes, toalla de mano, shampoo con acondicionador y jabón.

La piscina está rodeada por un deck de madera, equipado con reposeras y sombrillas. Por la noche, lámparas estratégicamente ubicadas crean un ambiente encantador. Desde la piscina del Mesón de las Cañas se disfruta de una vista panorámica del Cerro Guazubirá y de la emblemática casa de Vilamajó.
En el parque de la posada es común avistar lagartos y, ocasionalmente, algún zorrillo, además de una gran variedad de aves, que en algún descuido pueden aventurarse a picotear la comida de la mesa.
Restaurante del Mesón de las Cañas

El entorno natural, la piscina y la calidez de quienes atienden la posada son razones suficientes para querer volver, pero el restaurante es, sin duda, un punto destacado. El menú, aunque breve, ofrece opciones para todos los gustos: pastas, carnes y las clásicas milanesas con papas fritas son los platos más pedidos.
Las porciones son equilibradas y la presentación está cuidada. También se sirven buenos postres y una barra de tragos donde los daiquiris son la especialidad. En verano, se suele ofrecer parrillada, mientras que en invierno, los platos de olla son los favoritos. El Mesón de las Cañas es un destino ideal durante todo el año.
Si planeás hospedarte en el Mesón de las Cañas, te recomendamos optar por la media pensión o pensión completa. El desayuno está siempre incluido, la media pensión agrega almuerzo o cena, y la pensión completa incluye ambas comidas. Cada comida incluye un plato principal, postre y bebida a elección (gaseosa, copa de vino o cerveza).
Para los fines de semana, hay una promoción especial con check-in el viernes a las 14:00 y late check-out el domingo a las 18:00. Para reservas o más información, podés llamar al (+598) 96602263 o escribir a [email protected].