El coprino plegado es una especie de hongo que podemos encontrar en primavera o otoño creciendo sobre el suelo de algún jardín, en senderos o claros de montes, entre la hierba o entre hojas secas. Es muy frágil en su estructura, no tolera la luz del sol directa y crece en solitario, por este motivo es escaso y raro de ver.
Su nombre científico es parasola plicatilis. Sus nombres populares son coprino plegado o coprino débil. No es extraño que en Uruguay no tenga un nombre extendido porque es muy poco conocido y además, a pesar de no ser tóxico, es delgado e insípido, por lo que no tiene interés culinario.
Características del coprino plegado
El sombrero de la parasola plicatilis recuerda la forma de un paraguas chino, es pequeño, de color blanco, algo transparente y acanalado. Su centro es de color marrón y algo amarillento en la parte más externa. Desde el centro nacen unas hendeduras o pliegues radiales que le dan la peculiar forma al sombrero.
Al principio tiene forma ovoide, pero a medida que crece se vuelve plano, como el de las fotografías y el centro comienza a hundirse ligeramente, como un paraguas dado vuelta. El sombrero mide tan solo entre 0,8 a dos centímetros de diámetro.
El pie del coprino plegado llega a medir seis centímetros de alto y es de color blanco o crema, tornándose gris y negro hacia el final. Su pie es cilíndrico y hueco, mide entre uno a dos milímetros de diámetro, lo cual lo hace fácil de romper.
Cómo se reproduce
Esta especie de hongo fructifica en la noche y se licua el mismo día. El coprino plegado, como lo indica su nombre, pertenece al género de los corpinus, más conocidos como coprinos. La característica principal de este género es la capacidad de licuarse o autodigerirse para esparcir las esporas con el viento.
Este proceso de esparcir las esporas comienza en la parte más externa del sombrero. El borde exterior de la laminilla libera las esporas y se disuelve atrayendo la humedad del ambiente. Se convierte en un líquido negro y espeso que puede usarse como tinta. El borde licuado de la laminilla deja las esporas más cercanas al centro a merced del viento.