La viudita o monjita blanca, de nombre científico xolmis irupero, es una especie de ave de la familia de los tiránidos (tyrannidae), que agrupa a más de cuatrocientas especies de aves del continente americano. A la viudita se la encuentra durante cualquier época del año en Uruguay, y en las regiones del centro y el nordeste de Argentina. Aunque con menos frecuencia, también es avistada en Bolivia, Paraguay y Brasil.
Habita en ambientes cultivados, praderas y montes autóctonos. Es muy común verla posada en algún poste, alambrado o en lo alto de árboles y arbustos. Su nido hecho de ramitas y plumas con forma de taza, se lo puede encontrar en huecos de postes y árboles, y otras veces nidifica en nidos de horneros abandonados.
Características de la viudita blanca
La viudita blanca alcanza un tamaño de dieciocho centímetros de largo, posee un plumaje blanco, ojos oscuros, patas negras y un pico puntiagudo también de color negro. En la parte trasera de las alas tiene un borde de color negro intenso y una cola corta.
La viudita blanca tiene una dieta a base de insectos, como las hormigas, moscas, mosquitos y polillas, pero también se alimenta de semillas y frutos.
El tipo de reproducción de esta ave es monogamia, esto quiere decir que mantiene un vínculo sexual exclusivo durante el período de reproducción y crianza de los polluelos. Pone cuatro huevos aproximadamente por etapa de apareamiento.
Leyenda de la viudita blanca
Un matrimonio vivía feliz en el lindero de un bosque. El hombre cuidaba todos los días de una majada de cabras. Un día la mujer despertó y no encontró a su compañero a su lado, las cabras balaban ansiosas por salir.
La mujer lo buscó durante el día y caída la noche se tumbó cansada entre las flores. De allí se levantó un ave con traje blanco y una banda negra en señal de duelo.
Es por esto que la viudita blanca anda siempre sola y cerca de las cabras, buscando al pastor.