El canelón es un árbol indígena del Uruguay que llega a medir quince metros de altura y un metro de diámetro. Su nombre científico es myrsine laetevirens y pertenece a la familia myrsinaceae, que agrupa cerca de mil especies de árboles y arbustos de zonas templadas y tropicales.

Se distribuye de forma abundante sobre todo en los montes nativos y cerca de los cursos de agua. Los arroyos Canelón Grande y Canelón Chico, e incluso el Departamento de Canelones deben sus nombres a la presencia de este árbol. También se lo puede encontrar en Paraguay, Brasil y al norte de Argentina.

Características del canelón

El canelón es un árbol perenne, lo cual significa que exhibe su copa verde durante todo el año porque sus hojas no se caen en invierno. Su flor es pequeña, mide cerca de dos milímetros y es de color verde amarillento, en consecuencia, pasa desapercibida entre el follaje si no se observa con atención.

El fruto también es pequeño, es una baya de color rojizo y marrón oscuro cuando madura, de no más de cuatro milímetros. Gracias al entramado de las ramas y a su fruto, el canelón es el preferido por variedad de aves. Las hojas son simples de color verde oscuro brillante y algo más claras y opacas del lado del envés. La corteza es rugosa y de color marrón grisáceo.

Usos del canelón

El canelón es un árbol ornamental, ya que tiene una copa esférica y frondosa, que además provee de buena sombra. Por este motivo se lo puede encontrar en parques. Sus hojas son tóxicas y la madera no es buena como leña, pero se le ha dado otros usos más inusuales. Por ejemplo, su madera se utiliza para fabricar barriles, a partir de la ceniza se elaboran jabones y la corteza se utiliza para curtir cuero.

La corteza se usa además con fines medicinales. Con ella se prepara una decocción que se aplica de forma externa para contrarrestar los efectos de la reacción alérgica producida por la aruera.