En Uruguay, el mate es una bebida muy popular de consumo social, que consiste en una infusión de yerba mate. Es muy consumida también en el sur de Brasil, Argentina, algunas regiones de Chile y Paraguay. En este último país se lo consume frío y se lo conoce con el nombre de tereré.
Se estima que el 80% de la población uruguaya consume mate por lo menos una vez al día. La infusión de yerba mate se toma en un mate con bombilla, donde se va adicionando agua cada vez que se toma.
Mate deriva de la palabra en quechua mati que significa recipiente. Dentro de él se coloca la yerba. El mate está hecho de distintos materiales, como vidrio, aluminio, madera, o tradicionalmente de la calabaza común (nombre científico lagenaria vulgaris) cortada y “curada”.
La bombilla es un tubo largo con agujeros en un extremo y una boquilla para succionar en el otro. Puede ser de caña o metal.
La palabra yerba proviene del guaraní Caa que significa planta o selva. El nombre científico es Ilex mate, es un árbol que llega a medir cinco metros, sus hojas son de color verde-grisáceo.
Las plantaciones de yerba mate en Uruguay se encuentran en los departamentos de Tacuarembó y Treinta y Tres.
Una característica propia de Uruguay es que sus habitantes lo ingieren en espacios públicos. Es una bebida social, donde muchas personas toman del mismo mate. El agua caliente es transportada y conservada en termos.
Las propiedades de la yerba mate eran conocidas ampliamente por los indios guaraníes, estudiadas por los misioneros jesuitas y adoptadas por los inmigrantes europeos.
Leyenda de cómo los indios guaraníes conocieron la yerba mate
Cuenta la leyenda que había una india muy hermosa, que vivía en la selva misionera junto a su tribu. Su nombre era Yarí.
Su padre ya anciano y ciego no pudo seguir más a la tribu en su peregrinaje. Decidió quedarse en la selva. Sus fuerzas no le permitían seguir camino, y no quería ser una carga para el resto de la tribu.
Yarí se negó a abandonar a su padre a su suerte, y se quedó allí para cuidarlo. Aprendió a cazar y pescar como un hombre. Recolectaba el alimento y cocinaba para su padre inválido.
El padre de Yarí pidió a Tupá que la recompensara por tanto trabajo y sacrificio. Tupá es el dios supremo, el creador del universo para las tribus guaraníes, un dios bondadoso y justo.
Un día un peregrino llegó a la morada de Yarí. Ella cocino para él y le brindó un lugar para pasar la noche. Cocinó un agutí, que es un roedor. El peregrino era el mismo dios Tupá.
A la mañana siguiente, Tupá le obsequió una nueva planta para ella, como agradecimiento por su hospitalidad. El dios dijo que la planta llevaría su nombre caa yarí. Tupá les enseñó a ambos a cuidar de la planta y a preparar la infusión con sus hojas.
Es entonces cuando nace la planta de yerba mate. Yarí tenía ahora una planta que le daba fuerzas para hacer todos sus trabajos.
La yerba va a atenuar la soledad de Yarí y su padre en la selva. A partir de entonces, quien toma mate va a sentirse siempre acompañado.