Su nombre científico es cortaderia selloana y pertenece a la familia de las poaceae, que agrupa a las plantas con una estructura de flores en espiguillas muy característica. Cola de zorro y otros de sus nombres vulgares como plumerillo, paja brava y paja penacho se deben justamente a la particularidad de sus flores lanudas y plumosas que aparecen a fines de verano.
Es una hierba cespitosa porque crece de forma tupida cubriendo el suelo, pero que además se proyecta en vertical llegando a medir hasta tres metros de altura. Sus hojas son perennes, es decir, no se caen con el paso de las estaciones. Son largas y finas, de entre uno y dos metros de largo y cerca de un centímetro de ancho. Tiene bordes afilados y aserrados, de ahí que su nombre científico sea cortaderia, que significa para cortar.
Distribución
Su presencia en Uruguay es abundante, se la puede encontrar de forma silvestre en todo el territorio, pero también en parques, estanques y jardines porque es una planta muy ornamental. Si bien es nativa del sur de América del Sur, se la emplea con estos fines en todas partes del mundo. Su gran resiliencia y capacidad de reproducción la han convertido en una especie invasora fuera de su ecosistema natural.
Tiene raíces profundas y gruesas que le permite sobrevivir en condiciones extremas como sequía, mucha humedad y suelos pobres, incluso arcillosos y arenosos. Sus semillas son livianas y viajan varios kilómetros con el viento, por lo cual es muy prolífica. En España está prohibida su venta ya que se ha incluído en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Usos de la cola de zorro
Uno de los usos más extendidos ya lo mencionamos y es como planta ornamental, pero además, sus flores se cortan, se dejan secar boca abajo y luego se utilizan en floristería. El polvillo que desprenden cuando comienza a esparcir sus semillas puede causar alergia. Por este motivo se recomienda agregar algún fijador si se utiliza para decorar dentro del hogar.
En la agricultura, la planta se utiliza como barrera contra el viento para proteger los cultivos y también para fijar el nitrógeno en el suelo. Con sus hojas se hacen quinchos y también se utilizan para fabricar celulosa. En infusión se ha utilizado como hepático. Sus inflorescencias, es decir, los tallos desde donde crecen las flores, se hierven en leche, se les agrega azúcar y se comen.