La cola de caballo forma parte de la flora del monte indígena de Uruguay, pero crece en la mayor parte del mundo. Se nombre científico es equisetum giganteum. Es una planta perenne de color verde oscuro, y puede llegar a medir 80 centímetros de altura. Posee un tallo largo central anillado y ahuecado. Tiene propiedades medicinales conocidas desde la antigüedad por diversas culturas.
Se trata de un diurético potente, que elimina el exceso de líquido en el organismo. El líquido se puede acumular por problemas del riñón, corazón, hepáticos, o por estados fisiológicos, como el embarazo. La cola de caballo podría ser útil y seguro únicamente para tratar enfermedades renales y de vejiga, entre ellas cálculos renales, cistitis, e inflamación de próstata.
La planta también es depurativa, porque ayuda a eliminar el exceso de ácido úrico. Puede ser útil para tratar enfermedades como gota, o niveles elevados de ácido úrico en sangre.
La cola de caballo posee un alto contenido de silicio, promoviendo la remineralización ósea y la regeneración colágena de los tejidos, lo cual le confiere propiedades cicatrizantes. Puede usarse para tratar osteoporosis y fracturas. También contribuye al crecimiento y fortalecimiento capilar y de uñas, por la regeneración colágena. En este caso se puede consumir en infusión o por aplicación externa en el pelo, luego del lavado normal.
Tiene propiedades coagulantes. Se puede usar para regular sangrados menstruales abundantes, hemorroides que sangran y sangrados de nariz frecuentes.
Cómo usar cola de caballo
La infusión se prepara con una relación de dos cucharadas grandes de cola de caballo (dos a diez gramos) en un litro de agua. Se deja hervir por algunos minutos. No es recomendable ingerir más de dos tazas diarias.
También se puede usar externamente para lavar heridas, llagas y herpes. Otra opción de aplicación es machacar las hojas y luego aplicarlas directamente sobre la herida.
En Uruguay se puede comprar cola de caballo en casas de homeopatía, yuyerías, farmacias y en cualquier supermercado, ya que varias marcas comerciales la venden como té.
Como toda hierba, no está exenta de efectos adversos, contraindicaciones y de interacciones con otras hierbas o medicamentos.
No debe usarse en exceso ya que puede ser tóxica. Algunos síntomas de intoxicación pueden ser mareos, hipotensión, arritmias, anorexia y síntomas gastrointestinales.
No se aconseja el uso en mujeres embarazadas, lactantes y niños. No la deben usar personas con insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca, hipertensión o diabetes.
Tampoco se recomienda usarlo por tiempo prolongado. Antes de consumirlo consulte a su médico de confianza.
Otro uso no medicinal conocido es para pulir metales y madera. Se utiliza en la elaboración de cepillos por su alto contenido de sílice.