Montevideo es el hogar de casi la mitad de la población uruguaya y constituye la zona urbanizada más extensa de Uruguay. A pesar de lo que cabría esperar de una ciudad de tales características, cuenta con importantes áreas verdes, ocupando el primer lugar entre las ciudades latinoamericanas. Según los datos oficiales, en Montevideo hay un árbol por cada tres habitantes: son 210 mil árboles de más de 30 especies.
Paseos por el Prado
Uno de los parques de Montevideo con más paisajismo pero poco conocido por los turistas es el Parque Prado. Con 106 hectáreas atravesadas por el Arroyo Miguelete, constituye la mayor extensión verde de la zona urbana, ubicada en el histórico barrio Prado, donde en otra época los montevideanos tenían sus casas-quintas para pasar los fines de semana.
El área comenzó a forestarse cuando José de Buschental, propietario de la Quinta del Buen Retiro, comenzó a traer especies exóticas que hasta entonces no se conocían en el país, poblando su quinta de flores y árboles frutales. Ya en 1873 se transformó en sitio de recreo. La Quinta del Buen Retiro, junto con los predios de quintas aledañas, se transformó en un parque público.
Una de las mayores atracciones del parque es el Jardín Botánico, que exhibe diferentes especies de plantas y árboles de todas partes del mundo. La entrada principal al jardín se ubica entre la Avenida 19 de Abril y Lucas Obras. Desde allí puedes recorrer los senderos y observar las indicaciones de los carteles para conocer el origen y las características de las especies exóticas.
Si sigues el sendero principal, pasando la fuente de agua, llegarás hasta el herbario y la biblioteca del Museo Botánico. Otras atracciones del Prado son el camino del Rosedal, un parque de juegos infantiles y el antiguo Hotel del Prado, que en realidad siempre funcionó como salón para fiestas y actualmente también como salón de té.
Un poco más apartado, se ubican las instalaciones para exposiciones de la Asociación Rural del Uruguay y el emblemático Museo Blanes, ubicado sobre la concurrida Avenida Millán. En el patio trasero del museo, se encuentra el poco conocido Jardín Japonés. Son dos mil metros cuadrados diseñados por el paisajista Haruho Ieda. Allí encontrarás una casa de té, senderos de piedra, puentes, bancos, pequeñas cascadas, islas y una vegetación que es cuidada en todos sus detalles.
Entretenimientos en el Parque Rodó
El Parque Rodó tiene la peculiaridad de ubicarse en plena zona céntrica de la ciudad y lindero a la rambla de la capital. Es por este motivo que se trata de uno de los parques de Montevideo más visitado por los ciudadanos.
Son ochenta hectáreas que se extienden desde la calle Jackson hasta la ribera del Río de la Plata. Tiene un lago artificial que data de 1903 y se puede recorrer alquilando botes a pedal. Hay islas donde conviven diferentes especies de aves, muchos árboles de gran altura, puentes rústicos, monumentos, cascadas, fuentes y senderos asfaltados.
Para los más chicos, a orillas del lago, hay un pequeño castillo de estilo medieval construido por la misma época, que funciona como biblioteca infantil. Todos los domingos de mañana, hasta las tres de la tarde, también en esta zona se instala la feria de ropa más importante de la capital. También es con frecuencia escenario de exhibiciones temporales al aire libre.
En el área edificada del Parque Rodó hay cantidad de juegos mecánicos, de entre los cuales los más populares son el zamba y el barco pirata. Este espacio urbanizado del parque se construyó a comienzos del siglo XIX, pero ya en 1889 estaba instalado el primer juego mecánico: una montaña rusa. Luego vinieron las primeras calesitas y se bautizó con el nombre original de Parque Urbano.
A partir de 1912, con el permiso del gobierno municipal, se instalaron locales comerciales. Hoy los serivicios incluyen pizzerías, cervecerías, boliches nocturnos, carritos de comida, venta de golosinas y alquiler de ponies para los más pequeños.