El quebracho flojo, también conocido como quebrachillo, es un árbol autóctono que se puede encontrar en todo el territorio uruguayo. Mide entre seis a ocho metros de altura y su tronco alcanza un diámetro de entre 25 a 40 centímetros de diámetro. El nombre científico del quebracho flojo es acanthosyris spinescens.
El quebracho flojo es buena sombra para el ganado, por eso en algunas regiones se lo conoce como «sombra de toro», pero en Uruguay este nombre se le adjudica a otra especie, de nombre científico jodina rhombifolia, lo cual puede dar lugar a confusión.
Es frecuente encontrar grupos de quebrachillos, en distintas etapas de su desarrollo, porque este árbol se reproduce con brotes que crecen desde la raíz. Las flores son pequeñas, de color amarillo verdoso. A pesar de ser poco llamativas, despiden un fuerte aroma que atrae a las abejas. Sus frutos son muy vistosos, de color amarillo, que comienzan a aparecer en verano, con más frecuencia en los meses de febrero y marzo.
Propiedades y usos del quebracho flojo
El quebracho flojo no tiene un uso ornamental, por eso no es frecuente hallarlo en parques, aunque se puede encontrar alguna especie en el Parque Rodó de Montevideo y en la Plaza de Deportes de Paso Molino.
El fruto tiene un sabor dulzón, tiene abundante jugo y es comestible. Aunque es poco conocido con fines culinarios, sirve para elaborar licor. El carozo y la cáscara no se comen. Si bien las propiedades medicinales de este fruto no han sido estudiadas, se dice que tiene acción purgante. En Brasil, su uso como planta medicinal está más extendido, sus hojas se usan para hacer infusiones que sirven para bajar la fiebre, y en su uso externo se usa para lavar heridas.
La semilla, el «coquito» del quebracho flojo, también es comestible y es de sabor agradable, aunque no se conoce su uso en la gastronomía. El coquito es rico en proteínas y lípidos. Además de aportar beneficios en la ingesta, podría ser aprovechado para extraer aceites.