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Tortuga morrocoyo

Tortuga Morrocoyo

La tortuga morrocoyo, de nombre científico trachemys dorbigni, es un reptil con un caparazón que alcanza los 31 centímetros de largo. Se la puede encontrar en cursos de agua dulce con poca corriente, como ríos, arroyos y cañadas. Habita en el norte Argentino, sur de Brasil y Uruguay.

Como todas las tortugas, el morrocoyo no posee dientes, pero sus mandíbulas tienen borde afilado. Al sentirse amenazado no duda en morder, es por este motivo que se ha extendido la creencia falsa de que es venenoso.

Características del morrocoyo

La tortuga morrocoyo comparte muchas de las características del género trachemys. Posee un caparazón hidrodinámico, de color verde con dibujos amarillos las hembras y con dibujos anaranjados los machos. Sus dedos son palmeados y con pequeñas uñas afiladas.

Esta tortuga es omnívora, su dieta incluye plantas acuáticas, caracoles de agua dulce, insectos, peces, anfibios y otros vertebrados de tamaño pequeño. 

Soporta temperaturas de tres hasta 40 grados centígrados. Suele asolearse en grupo, sobre palos y piedras cerca del agua. Puede llegar a vivir entre 30 y 50 años, aunque en cautiverio es posible que viva hasta 100 años.

Reproducción del morrocoyo

Las hembras están maduras para la reproducción luego de superar los 15 centímetros de tamaño y los machos a partir de los cuatro años de vida. La etapa de reproducción va desde diciembre a enero.

La tortuga cava con sus patas posteriores un pozo de aproximadamente quince centímetros de profundidad. Allí deposita sus huevos, que son entre ocho a catorce en cada puesta. Una hembra adulta puede llegar a poner 50 huevos por temporada.

La incubación toma de dos a tres meses, tiempo durante el cual los huevos deben permanecer en un ambiente de entre 26 y 32 grados centígrados para poder desarrollarse. Un hecho curioso es que a partir de los 27 grados nacen hembras, y por debajo de esa temperatura nacen machos. Al nacer, las crías tiene un tamaño aproximado de cinco centímetros.

Los principales predadores de esta especie son el lagarto y el carancho, que en la etapa reproductiva se comen los huevos de la tortuga. A la lista de amenazas hay que agregar al hombre, que recolecta los huevos para luego vender la tortuga como mascota en el mercado ilegal.

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