El queso colonia es una variedad que se elabora en Uruguay, debe su nombre a que tiene su origen en la ciudad de Nueva Helvecia, ubicada en el departamento de Colonia. En esta región se instalaron colonias de inmigrantes suizos a mediados del siglo XIX. En el afán de estos habitantes por fabricar los quesos de sus tierras, nace el queso colonia, en sus comienzos muy parecido a al gruyer y al emmental, quesos de origen suizo, pero con el correr del tiempo tomó su propia textura y sabor que lo llevó a consagrarse como una nueva variedad.
El resultado es un queso de forma cilíndrica y chata, con un porcentaje de grasa que oscila entre el 40 y 60%, de humedad alta, con una aspereza suave a media, consistencia algo elástica y color amarillento. Tiene un sabor y un aroma suave, lo que lo hace idóneo para una picada o para elaborar ensaladas, una textura uniforme y lisa, con ojos grandes que lo caracterizan y se reparten de manera uniforme.
Un buen queso colonia debe tener ojos de entre 5 a 30 milímetros, esparcidos de forma homogénea y debe presentar un color amarillo claro, su sabor debe ser suave, ni muy picante ni muy salado. La corteza debe ser lisa y estar parafinada o pintada de rojo.