Pato barcino

Pareja de patos barcinos

El pato barcino, de nombre científico anas flavirostris, también conocido con la denominación de pato paramuno, pato jergón y cerceta barcina, es un ave endémica de Sudamérica. Se lo puede encontrar en el centro sur de Argentina y Chile y durante el invierno migra hacia el norte, llegando a territorio uruguayo y al vecino país de Brasil.

Habita mayoritariamente en ambientes acuáticos, como lagos, lagunas, tajamares, tanto de agua dulce como salada. Se lo encuentra en orillas o nadando, aunque también es común verlo en montes, parques y zonas arboladas. Es un ave inquieta, se ve casi siempre en parejas, familias o pequeñas agrupaciones hasta de veinte individuos. En bandadas suelen asociarse con otras especies similares de patos, como el pato maicero y el pato capuchino, fácilmente confundibles.

Características del pato barcino

Pato barcino nadando

El pato barcino puede medir entre 38 a 44 centímetros de largo y tiene un peso promedio de 400 gramos. Posee cabeza y cuello castaños con líneas color ocre, su dorso es negro y exhibe plumas también de color ocre. Su cola en punta es de color marrón y tiene un pico amarillo con una pequeña línea negra en el centro. Las patas son de color gris azulado y están ubicadas muy atrás en su cuerpo. No hay diferencias en el plumaje entre machos y hembras.

Es un ave palmípeda, eso quiere decir que sus tres dedos anteriores están unidos con una membrana, lo cual le permite moverse de manera muy eficaz en el agua. Su alimentación es en base a vegetales y semillas que obtiene en las cercanías del agua y a pequeños invertebrados.

Reproducción del pato barcino

Pichón de pato barcino

Para atraer a la hembra, el macho se posa en el agua, hunde el pico para salpicar y canta con su voz característica. En el cortejo la pareja se corretea y gira en círculo durante varios minutos. Construyen nido alejado del agua y en ocasiones a grandes distancias. Es muy común que utilicen nidos abandonados por otras aves como la cotorra, también se los ha visto con nidos en huecos de árboles y troncos.

La hembra pone de cinco a ocho huevos, la incubación es de veinticuatro días. Al llamado de su madre, los pichones se lanzan desde el nido al suelo. Sin sufrir daño alguno, luego siguen a los padres hasta el agua, donde allí son cuidados por ambos hasta que aprenden a volar.

En situaciones de amenaza, uno de los padres guía a los pichones hacia un escondite seguro en el agua o en tierra firme, mientras el otro se desplaza expuesto para despistar.