Usos y características del Tala

Tala

El tala es un árbol de entre cuatro y hasta doce metros de altura, que forma parte de la flora autóctona del Uruguay, que además se puede encontrar en todo el continente americano. Su nombre científico es celtis tala, aunque también se lo puede hallar por su nombre anterior: celtis spinosa. Los guaraníes lo conocían con el nombre de ibirá yuazú.

Este árbol crece en suelo seco o moderadamente húmedo, pero cuando el agua es escasa adquiere aspecto de arbusto. La ciudad de Tala, ubicada en el Departamento de Canelones, debe su nombre a la abundante presencia de árboles de tala en la región.

Características del tala

Las características distintivas del tala son sus fuertes espinas, que llegan a medir 15 milímetros de largo, su densa ramificación y copa amplia. La densidad de sus ramas y follaje, permite que aniden en él diversas especies de aves autóctonas, por este motivo, es un elemento importante para sustentar el ecosistema de la región. Sus ramas principales son sinuosas y en general presenta un aspecto retorcido.

Espinas del tala

El tala florece en primavera. Sus flores son de color verde amarillento y son bastante pequeñas, miden dos milímetros de diámetro. Es un árbol autopolinizante, es decir, puede fencundarse sin la ayuda de un organismo externo. Las flores masculinas crecen cerca de la base y las femeninas más alejadas. El tala puede en ocasiones tener flores hermafroditas, aunque no es lo más común.

El tronco del tala mide entre 20 y 30 centímetros de diámetro y está formado por una madera medianamente dura, resistente, pesada, muy flexible y fácil de trabajar. En cuanto a su color, la albura (parte más joven del tronco en los últimos anillos de crecimiento) es de color blanco, y el duramen (la parte más hacia el centro y más fuerte) es castaño claro. Sus anillos se muestran bastante marcados.

Usos del tala

Gracias a estas características de la madera, el árbol de tala se utiliza en carpintería, para fabricar cabos de herramientas  y rebenques (látigo corto que se usa para azuzar caballos), y en otra época se lo utilizó para hacer mazas de carro. Además, la madera del tala es muy buena para hacer leña y carbón.

Fruto del tala

José Manuel Pérez Castellano, en su libro «Observaciones sobre agricultura” escrito en 1814, quien por entonces vivía en su casa de campo, a orillas del Arroyo Miguelete,  señala que la mejor opción para cercar un campo es la tala, porque tiene muchas espinas, es difícil de quebrar, no lo atacan los insectos y crece de forma silvestre en todo el territorio, por lo tanto prospera con facilidad en el suelo de la región.

El fruto del tala es comestible, es pequeño y de sabor dulzón, pero su consumo no está extendido. Está en su madurez cuando presenta un color entre amarillo y anaranjado. Se utiliza como alimento para gallinas.