Teatro Macció en San José

teatro_maccio_san_joseBartolomé Macció fue un italiano que se radicó en el Uruguay en el año 1840. Luego de vivir unos años en Montevideo, se trasladó a la zona del Rincón del Pino, en el departamento de San José, para dedicarse a la cría de ganado. Macció se convirtió en un rico hacendado. A nueve años de su muerte, su esposa y sus hijos construyeron un teatro en el centro de la ciudad San José de Mayo, la capital departamental.

En 1909 comenzó la edificación de este teatro de estilo italiano con capacidad para 700 espectadores, ubicado entre las calles 18 de julio y 25 de Mayo, en frente a la plaza principal de la ciudad. Justo del otro lado de la plaza se ubica la Catedral Basílica, otro de los edificios emblemáticos de San José de Mayo.

Historia del Teatro Macció

La obra es de la autoría de Leopoldo Tosi, un arquitecto del Art Nouveau, conocido además por el comercio de Pablo Ferrando de la peatonal Sarandí y por el Dispensario de la Liga Antituberculosa, ambos edificios ubicados en Montevideo.

El arquitecto había planificado toda un área comercial, que además del teatro incluía un edificio para el correo, telégrafos, un gimnasio, sala de armas, un instituto musical y el edificio de la Administración de Rentas. De este ambicioso proyecto solo se llegó a construir el teatro debido al costo que tuvo, que ascendió a 75.800 pesos, una cifra considerable para la época.

La inauguración oficial del Teatro Macció fue el 5 de julio de 1912. En el espectáculo de apertura participó Luis Sambucetti dirigiendo un concierto y el poeta Juan Zorrilla de San Martín con una disertación.

En 1956, debido a la malas condiciones del edificio y a la poca actividad teatral de la ciudad, el Macció cerró sus puertas. Tres años después los descendientes de la familia decidieron vender el teatro al Banco de San José, quien lo donó posteriormente al gobierno local, la Intendencia Municipal de San José.

Telón del Teatro Macció

El teatro Macció es Monumento Histórico Nacional desde 1984. Fue reconstruido y reinaugurado en 2010, combinando elementos modernos y tecnológicos con elementos antiguos. Todavía se conserva el telón rojo de felpa original, que fue traído de Italia en su ocasión, y la araña de techo de cristal de murano con sus 96 luces.

Actualmente, además de su sala principal, que es escenario de diversos espectáculos artísticos, cuenta con dos salas adicionales, la Sala Rafael Sierna para conferencias y eventos, la Sala Eduardo Carvajal, donde se exhiben obras de artistas plásticos uruguayos y un café restaurante.