Plantas tóxicas: la lantana

Flores de la lantana

La lantana, también conocida con el nombre de camará, es un arbusto pequeño que mide entre uno y dos metros de alto, que se encuentra en forma silvestre en todo el territorio uruguayo, aunque también es frecuente su uso en los jardines como cerco. Su nombre científico es lantana camara y pertenece a la familia de verbenáceas.

La lantana tiene hojas simples de dos a seis centímetros de largo, que se mantienen durante todas las estaciones. Sus pequeñas flores nacen en racimos y las hay de varios colores: rosadas, rojas, anaranjadas, amarillas y blancas.

Toxicidad de la lantana

Fruto de la lantana

Este arbusto tiene cierto grado de toxicidad, concentrada especialmente en los frutos inmaduros, que se presentan de color verde. El fruto de la lantana es una pequeña baya verde, que se vuelve de color azul oscuro a medida que madura. Mide entre medio y un centímetro y tiene un sabor dulzón.

La intoxicación en animales del campo es bastante frecuente, por este motivo se han hecho estudios sobre la toxicidad del arbusto. En las personas, la ingesta de los frutos de la lantana puede producir vómitos y diarrea, dificultad para coordinar los movimientos, lentitud y debilidad. En los casos más graves, la persona puede padecer un coma, con parálisis muscular, dificultad para respirar y cianosis (coloración azulada de la piel).

Lantana montevidiensis

Lantana montevidiensis

En Uruguay existe una especie de este arbusto que solo crece en el país, su nombre científico es lantana montevidiensis. En general, es un poco más pequeño, solo alcanza los 50 centímetros de alto y se distingue por sus flores de color violeta.

A pesar de tener frutos tóxicos, las ramas de esta variedad de la lantana se preparan en infusiones para aliviar dolores estomacales, según el uso popular. Antes de probar cualquier remedio casero, y más aún tratándose de una planta tóxica, se recomienda consultar a un médico.